31 de diciembre de 2018
Na(ti)vidad
Y recuerdas aquella canción de hace cincuenta mayos, esa voz que cantaba que la primavera en revuelta —donde se entrecruzaron la palabra y las prisas, la lucha y los sueños, la ceniza y las llamas— concernía a todos y cada uno, aunque no hubieran compartido el deseo, salido a la calle, coreado consignas o buscado la playa bajo los adoquines que soñaban incorporarse en barricadas.
26 de octubre de 2018
La bufanda roja
En 1964, un texto, un poema. Y, en él, un sobre vacío, una dirección y un nombre, un tren hacia Toulouse, una gran casa y una muchacha, y un recuerdo, o todavía su sombra, que emerge desde el fondo de la memoria de un hombre ya viejo, “como el negativo de una fotografía en blanco y negro”, o una mala imagen sobreexpuesta, en la que sin embargo se distingue una bufanda roja. La percepción de ese color ahí donde no parecía que pudiera haber nada, “en la espesura del blanco y negro”, es el primer misterio. Pero el poema queda inconcluso, guardado en una carpeta junto con “una larga cadena de intentos y de abandonos”, como “lo incesantemente interrumpido, lo inacabable”.
2 de abril de 2018
Los múltiples tiempos de una lectura
Fue en diciembre del año pasado cuando por fin lo leí. Mientras tomaba notas de algunas lecturas para pensar la próxima década, recordé que el libro estaba en mis estanterías desde al menos el invierno de 2000. Aunque se publicó por primera vez en 1988, no oí hablar de él hasta mucho más tarde, cuando, al aproximarse el cambio de siglo, mi profesor José Enrique Ruiz-Domènec lo mencionó en su inolvidable curso de historia medieval. Yo acababa de entrar en la universidad pocos meses antes y de adquirir una pasión libresca que todavía no me ha abandonado. Pero el impulso bibliófilo excedía mi capacidad lectora y esa fue, al cabo, una de tantas obras que dejé a medias, si en realidad llegué a empezarla, distraído por la siguiente novedad. Tanto es así que, pasado todo este tiempo, solo recordaba el título y la merecida fama del autor. Se trata, lo digo ya, de Seis propuestas para el próximo milenio de Italo Calvino.La profundidad hay que esconderla. ¿Dónde? En la superficie.Hugo von Hofmannsthal
31 de diciembre de 2017
Revolución
La Navidad, dijo un teólogo, es la irrupción de la eternidad en el tiempo. No pertenece por tanto a un momento o una época, ni siquiera a la historia, sino que apunta al más allá de los límites y corsés del tiempo. Por eso, cuando llega, nos conmina a dejar de mirarnos con los ojos prestados de inviernos pasados, a impugnar las rutinas de óxido y las tradiciones cansadas, a levar anclas, izar velas, cambiar de rumbo, alzar la vista y perseguir con denuedo lo inesperado y lo desconocido.
11 de noviembre de 2017
Una semana en Nueva York: segunda parte
Jorge Colombo, “Ear Inn”, © 2016. |
9 de noviembre de 2017
Una semana en Nueva York: primera parte
Richard Estes, “Subway Entrance, Columbus Circle”, © 2015. |
Para mí, Nueva York no es una ciudad en blanco y negro, sino con los colores cálidos, el acusado contraste y el ligero tostado de un septiembre estival. No son tonos que se dejen fijar siempre en las fotografías, pero impregnan el trasfondo de la retina. Y, aunque todavía late el recuerdo de George Gershwin o Duke Ellington, su cadencia me evocó sonidos como “Dirty Boulevard” de Lou Reed, “Lonely Boy” de los Black Keys, “New York, New York” de Ryan Adams o “Hungry Heart” de Bruce Springsteen. Nueva York se mueve a ritmo de rock y de blues, quizá incluso de hip-hop.
27 de enero de 2016
Después de la nada
Hoy es el día internacional en memoria de las víctimas del holocausto. Una fecha tempestiva para recordar cómo el arte se ha enfrentado al pasado después del “año cero” de la cultura europea. De todas las formas en que lo ha hecho, prestaré atención a la que se ha inspirado en una poética que Rancière llama (sur)realista, porque me parece una respuesta consecuente con el famoso aserto de Adorno sobre la oportunidad de la poesía después del exterminio. Y, precisamente por serlo, no concede trocar el lenguaje por el silencio.
24 de diciembre de 2015
Poneos juntos
Los primeros días del recreo, jugando con la pelota y viajando al espacio en sueños. La bienvenida a los otros, el descubrimiento de lo sublime y de lo bello. Los saltos en la cancha de baloncesto. Los misterios del ajedrez, los meses de agosto y la piscina. Los primeros videojuegos en el barrio de Santa Eulalia. Las maravillas del románico, cuando se levantó la niebla. Las noches de san Juan. Los años rebeldes, la cabaña escondida y aquel concierto que casi me pierdo. El estudio hasta las tantas, la revista del instituto y el placer de la escritura. Ese amor pasajero y esa carta que se llevó el viento.
29 de julio de 2015
La resistencia íntima
«La conciencia sin comunicación es imposible. En este sentido se puede decir que el diálogo precede al lenguaje y lo genera». He recordado esa máxima, del semiólogo Iuri Lotman, al leer esta otra, más reciente: «La primera palabra es el ruego, y la segunda el amparo». El grito, el llanto y el ruego son expresiones de los primeros momentos de la existencia. Para rogar no hace falta decir ni una palabra, basta con una mirada. Asimismo, el “no” primigenio no es el de la negación descriptiva, sino el del rechazo a la amenaza o la agresión. Tampoco es necesario decir nada para dar consuelo o cobijo. Puede hacerse también con los ojos. El seno materno es acogida antes de que el niño —el infans, el que no tiene voz— aprenda la lengua materna. Porque al “no” originario responde un “sí” anterior a la comunicación: el sí al otro y a lo otro, el sí de los brazos abiertos y la bienvenida.
22 de junio de 2015
Presencia de Grecia
… ῾Ελλὰς ἅπασα μετέωρος ἦν
Tucídides
We are all Greeks
Percy Bysshe Shelley
De la fotografía: Acrópolis de Atenas, © Pedro Olalla. |
Las noticias que nos llegan de Grecia estos días nos acercan al inquietante ‘fin de partida’ que describió Beckett. De esa metáfora de nuestro tiempo —en la que se refracta el tropo del ‘fin de la historia’ de Hegel— no se desprende el sentido del fin, sino más bien el fin del sentido. O quizá, la interminable repetición del momento antes del fin. Las páginas del espléndido libro de Pedro Olalla, Grecia en el aire, son un buen refugio para escapar de ese bucle irrespirable. “Toda Grecia estaba en el aire”, escribió Tucídides a propósito de la guerra del Peloponeso. Y hoy esa frase resuena con toda la vibración de su ambivalencia: Grecia está en vilo, viviendo con zozobra en el instante del peligro. “Pero Grecia, como herencia, como desafío y como voluntad, está sobre todo en el aire, repartida, ingrávida, como una patria del espíritu”.
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