La profundidad hay que esconderla. ¿Dónde? En la superficie.
Hugo von Hofmannsthal
Fue en diciembre del año pasado cuando por fin lo leí. Mientras tomaba notas de algunas lecturas para pensar la próxima década, recordé que el libro estaba en mis estanterías desde al menos el invierno de 2000. Aunque se publicó por primera vez en 1988, no oí hablar de él hasta mucho más tarde, cuando, al aproximarse el cambio de siglo, mi profesor José Enrique Ruiz-Domènec lo mencionó en su inolvidable curso de historia medieval. Yo acababa de entrar en la universidad pocos meses antes y de adquirir una pasión libresca que todavía no me ha abandonado. Pero el impulso bibliófilo excedía mi capacidad lectora y esa fue, al cabo, una de tantas obras que dejé a medias, si en realidad llegué a empezarla, distraído por la siguiente novedad. Tanto es así que, pasado todo este tiempo, solo recordaba el título y la merecida fama del autor. Se trata, lo digo ya, de Seis propuestas para el próximo milenio de Italo Calvino.